El encuentro iniciará puntualmente a las 19,30 horas, con una charla previa como introducción a la ópera, a cargo del Prof. Carlos Chiarelli, integrante de la Asociación Cultural Sotto Voce, entidad organizadora de este encuentro.
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MACBETH. ÓPERA EN CUATRO ACTOS (1847) - MÚSICA DE GIUSEPPE VERDI.
Libreto de Francesco María Piave. Con la colaboración de Andrea Maffei, basada en la obra homónima de William Shakespeare, en el Año de Shakespeare ( a 400 años de su muerte).

La dupla Verdi - Shakespeare es un punto de ignición fascinante. Así lo demuestra Macbeth, una creación de juventud reformulada por el compositor en su madurez, que deja al público sin aliento. La puesta de Marcelo Lombardero promete ahondar y actualizar una vez más esta tragedia impenitente. En el podio estará Stefano Ranzani (italiano) como director invitado.
“Macbeth nos arrebata como una pasión o como una música, escribe Borges, para quien el sanguinario rey de Escocia era más verdadero y creíble que el epigramático príncipe Hamlet. Todos los que leímos Macbeth conocimos ese arrebato… la vida del rey de los escoceses entre 1040 y 1057, la tragedia escrita por William Shakespeare tiene la atmósfera de una pesadilla. Se cree que fue representada por primera vez en el año 1606. La obra empieza con tres brujas en un descampado, entre truenos y relámpagos, y la intensidad de este comienzo expresionista no decae nunca. El rojo y el negro son los colores dominantes. El rojo corresponde a la abundante sangre que se derrama durante toda la obra y que aparece desde el principio… Macbeth es una pieza nocturna, oscurísima, una serie de pinturas negras. La mayor parte de la acción transcurre de noche. En medio de las tinieblas en las que se mueven los personajes, se distingue a veces la luz de una vela o una antorcha. La negrura de las imágenes incluye el graznido de un cuervo ronco anunciando la muerte de un rey, aullidos de lobos, gritos de búhos que comen halcones, zumbidos de murciélagos, escorpiones que anidan en la mente, bosques de cornejas y caballos frenéticos que se devoran entre sí". Comentario del programa de mano, escrito por María del Carril.